lunes, diciembre 12, 2005

Empezando...

Al final me he animado en este mundo de los blogs. Ya veremos que tal resulta. Por lo pronto, hola a todos aquellos que visiten este riconcito y espero poder escribir a menudo.






Un Saludo!!!

Mi Jaula.

Levanto la vista y me pierdo en el cielo, azul, amplio. Una inmensa calma se apodera de mi ser. Encuentro la paz contemplando el vuelo de otros pájaros, que surcan el cielo con una naturalidad que me asombra. Los envidio, quisiera poder cruzar el cielo sin temor, viajar sin rumbo fijo, en definitiva, ser lo que no soy: libre.Vivo prisionera de mi propia jaula. Mil temores recaen sobre mí cada vez que es agitada. El miedo se apodera de mí y me encierro todavía más en ella. Vivo siempre anhelando una muestra de cariño, de afecto, de ternura, incluso de amor de mi dueño. Mi dueño, mi carcelero. Me tiene encerrada entre los barrotes de mi propia jaula.Soy feliz cuando se acerca a mí otro pajarito. Me canta dulces melodías, me habla de viajes vividos, de sueños cumplidos, en definitiva, me habla de vida. Mi vida se resume a esperar a ese pajarito con ansía cada día y obtener algo más de caso de mi dueño, engañándome a mí misma intentando no traicionarle.Mi pajarito ha intentado hacerme salir de mi jaula, pero mil dudas golpean mi mente. ¿Sabré volar? ¿Podré confiar en mí misma para saber que rumbo he de seguir? ¿Podré confiar en alguien más? Me quedo pensativa. No tengo respuestas. Miro a mi alrededor y observo como se acerca a mí mi dueño, cantando y sonriente, ignorante de lo que maquina mi mente en ese preciso instante. De nuevo intento engañarme pensando en que puede hacer él sin mí. Quién lo despertará cada mañana con dulces sonidos. No puedo traicionarle, ha dedicado mucho tiempo en mí. Pero... ¿y lo que yo deseo? No vale nada. No soy capaz de huir y eso pone triste a mi querido pajarito.Hace tiempo que no canto como antaño. Mi música antes melodiosa poco a poco se va transformando en un sonido opaco, sin sentimientos. Mi dueño se ha dado cuenta, y trata de silbarme y de limpiarme, acaso sea esa la causa. Pero es inútil. Los motivos están tan liados en mi mente que ni siquiera intento comprenderlos, dejo que pase el tiempo por si él puede curar mis heridas. Me engaño a mí misma.Sé que un día, mi lindo pajarito dejará de venir a verme. Dejará de revolotear alrededor de mí. Emprenderá su viaje y me dejará, me olvidará. O tal vez mi dueño me coloque en otro lugar, evitando que pueda verle. Esto me entristece. No quiero pensar en ese día, pero sé que es inevitable. Cuando eso suceda, sé que viviré soñando haber podido escapar y viajar juntos. Sé que él me hubiera enseñado a volar, a cantar como antes, en definitiva, a vivir. Sigo en mi jaula. Triste. Sola.


Esto lo escribí hace bastante... en un momento de bajón!! La verdad es que no me quedó mal del todo!