Nostalgia...

Hace ya muchos años que dejé el baloncesto. A cualquier persona que le diga que yo jugaba a Basket, teniendo en cuenta mi estatura, se echaría las manos a la cabeza. Mi equipo no era un equipo de jugadoras "de altura"; pero era rápido, y en el contrataque eramos muy buenas.

Mi posición era Alero. Jugaba con el número 10. Siempre he llevado el mismo número, desde el día en que me inscribí en el Club de Basket del Meliana. Y ese número no fue elegido por casualidad. Yo era una enamorada de "Campeones", y el 10 era el número que siempre llevaban los mejores jugadores, suena friki, pero es que en parte yo era muy friki de pequeña. Durante todos los años que estuve en el equipo, el 10 era mi número, y nadie me lo arrebató.

Empecé a jugar porque mi mejor amiga me incitó a ella. Nunca he sido de las que sobresalían, pero según mi entrenadora era muy buena en defensa, lo único que me pasaba es que no tenía la suficiente confianza en mí, y sí, distribuia el juego, pero no era "decisiva".

Recuerdo que al principio nos pegaban una palizas impresionantes, debido a que entramos todas nuevas en el club, que se formó cuando yo entré.

Me lo pasaba muy bien entrenando. Luego, poco a poco, ya fuimos un equipo bastante consolidado en la liguilla, llegando a quedar de las primeras de Valencia.

Tengo un trofeo de "ganadora el concurso de tiros de triple" en mi casa. Ese día participé en el torneo pensando: bueno, a ver que pasa. Y al final quedé la primera. Era la primera vez que ganaba algo yo sola, y me hizo una ilusión enorme.

Recuerdo que cuando empezaba un partido nadie quería ser titular, debido a que empezabas el partido... y daba un poco de vergüenza, pero en el fondo, todas queríamos ser titulares. Yo siempre salía titular. Puede que fuera bajita, pero en los rebotes, bloqueaba de tal manera que muchas veces oía a mi entrenadora chillar: Cómo puede ser que Tere coja más rebotes que las pivots?????

La verdad es que echo de menos el gusanillo que se te ponía en el estómago con cada partido. El esforzarte al máximo, el baloncesto es un juego de no parar. Echo de menos el ir todas cantando en el metro/autobús/coche, echo de menos el ponernos todas juntas y chillar uniendo nuestras manos: MELIANA!!! (que había una chica de otro pueblo que chillaba: Foios!, jejeje). Echo de menos los piques sanos a ver quien metía más canastas, más tiros libres... Echo de menos el comer pipas en el polideportivo.

Y nada, que me he puesto tontorrona hoy pensando en todo esto. La verdad es que al final me agobié bastante en el equipo, debido a que cada vez te exigían más. Yo iba a pasármelo bien, no pensaba dedicarme a ello, y tener que estar preocupada por los piques entre las compañeras, por las puñaladas que se pegaban tipo: fijaté, no viene a entrenar y sale titular... El mal ambiente que se fue formando fue lo que desencadenó que las mandara a freir espárragos.

Pero a pesar de eso, me gusta coger un balón y pensar: yo antes jugaba a baloncesto. Mi número era el 10 y fui campeona de tiros de triple.

Y como quien no quiere la cosa, he encontrado una imagen perfecta, con 10 incluido: